miércoles, 26 de diciembre de 2012

Capitulo 51: ¿Tienes miedo?

 Bueno chicas aqui está el capitulo con un poco de tardanza pero bueno aqui está, espero que lo disfruten.


Zac sonrió mientras la tomaba de la mano y la hacía entrar.

Nick estaba sentado en el sofá. Muchas ideas cruzaban por su cabeza en aquellos instantes. Si vida había dejado de ser "vida" desde que Vanessa había sido secuestrada, desde entonces ninguno de los cuatro amigos había podido estar tranquilos, ni pensar en otra cosa que no fuera encontrarla. Las cosas eran muy duras, casi imposible de sobrellevarlas. Una nube negra nublaba su vista por completo...temía tanto caer...

El timbre sonó.

Nick se levantó y caminó hacia la puerta. Al abrirla su mente se sobresaltó. Corbin estaba ahí, parado frente a él. Por un instante Nick pensó que pensaba golpearlo nuevamente, pero al ver que permanecía quieto en la puerta, supo que no venía a aquello. Entonces, a qué venía? a amenazarlo de muerte por estar con su hermana? o aún peor..a matarlo él mismo con sus propias manos?. En aquellas alturas Nick ya no sabía muy bien a qué atenerse, pues los celos de Corbin eran muy impredecibles y difíciles de controlar.

- puedo pasar?- dijo Corbin.

Nick no sabía muy bien si dejarlo o no pasar.

- tienes armas?- dijo Nick.

- no.- dijo Corbin.

- puedes darme tu varita?

- ya basta me vas a dejar entrar sí o no.

Nick se hizo a un lado y lo dejó entrar.

- tenemos que hablar.- dijo Corbin.

- sí, precisamente hablar era lo que yo quería, pero fue entonces cuando lanzaste un golpe en mi rostro te acuerdas?- dijo Nick con cierto rencor en su voz.

- sí, pero te lo merecías.

- ok, en el caso de que me lo mereciera, lo cual no es cierto, finalmente viniste aquí a reclamarme o a volverme a golpear?- dijo Nick.

- No vine a ninguna de las dos cosas.- dijo Corbin. - Vine a poner las cartas sobre la mesa Nick.

Nick se cruzó de brazos tratando de entender a su mejor amigo.

- qué quieres decir con eso?

- quiero decir que ya que estás saliendo con mi única hermana, y encima, menor, hay cierta reglas que vas a tener que seguir de ahora en adelante si quieres seguir con ella y a la vez, conservar nuestra amistad.

Nick rió, pero ante la seriedad de Corbin hizo un esfuerzo por contenerse. Sabía muy bien que aquella era la peculiar forma de Corbin de pedir perdón.

- regla #1: no quiero verla sufrir por tu culpa. Regla #2: no se besen por ahora delante de mí, porque aún no me acostumbro a la idea. Regla #3, y la más importante: deberás decirle a mi mamá y papá tus intenciones con Ashley...no quiero tener problemas con ellos.
Nick para este entonces ya no había podido controlar la risa.

- está bien.- dijo él.


Esther caminaba por las frías calles del callejón Knocturn. Por qué le había tocado precisamente a ella esa misión? Por qué era ella la encargada de tener que matar a uno de los tres amigos inseparables de Jonas?

Su mente ya estaba adormecida completamente. Su destino totalmente marcado en una calavera en su hombro derecho. No había marcha atrás. Jack la había salvado de morir unos días atrás. Por qué? morir era la única salida de aquella vida asquerosa que le había tocado vivir. No podía rectificarse ahora, no después de el pasado que pesaba sobre sus hombros..aquel pasado lleno de muertes, engaños, mentiras...simplemente estaba destinada a vivir como un cadáver deambulante. Por qué no la había dejado morir? terminar con aquella horrible pesadilla.

Entonces recordó sus palabras antes de dejarla sola nuevamente.

- Mantente con vida..- dijo Jack saliendo del departamento.


- Por qué debería hacerlo? por qué no me dejaste morir?- dijo Esther llorando.


Un silencio.


- Permanece con vida, y yo también lo haré..

Se vio frente al lugar indicado. El lugar de donde sacaría lo que mataría a una persona. Un hombre de aspecto osco le abrió inmediatamente la puerta del lugar, pues su sobretodo de aguilucha era una entrada gratis a cualquier sitio en aquel callejón.

Un hombre estaba sentado en una mesa. No se podía ver su rostro debido a la oscuridad del lugar.

- Vienes por él no?

- sí.- dijo Esther.

El hombre puso sobre la mesa un frasco lleno de polvo verde.

- Es todo tuyo.

- Esther caminó y tomó el veneno que era capaz de matar a más de mil personas entre sus manos. Sintiendo el poder de la muerte acercándose a ella.



Zac pegó a Vanessa contra la pared mientras ambos sentían sus alientos mezclarse embriagadoramente. Vanessa tembló cuando el castaño tomó decididamente su cintura pegándola más contra él. Quería sentir su cuerpo, sentirla nuevamente suya, como tantas otras veces.

- te amo.- dijo Vanessa rozando sus labios con los de él.

- yo más..- dijo Zac sin poder aguantar más las tentaciones de la chica.

La besó, Vanessa respondió inmediatamente profundizando en el beso que Zac prolongaba dejándola sin aliento. Sus respiraciones eran cortadas y rápidas. Zac bajó mordiendo el cuello de la morena mientras ella soltaba unos gemidos. Zac acariciaba el muslo de la chica mientras subía nuevamente hacia su boca. La miró fijamente, con aquellos ojos que la perturbaban y sonrió.

- nunca te vas a alejar de mí verdad?- dijo el castaño.

- nunca.- dijo Vanessa sonriendo.

Entonces algo extraño sucedió. Vanessa no entendió muy bien, pero algo luminoso brilló en el brazo de Zac. El chico soltó un gemido de dolor y cayó al suelo, sosteniéndose el brazo con fuerza.

Vanessa asustada se tiró al suelo sentada mirando a Zac en busca de una respuesta a aquello.

- Zac estás bien? que pasó?- dijo la morena

Zac a miró aún con una expresión de dolor marcada en su rostro.

- La maldición...

- Maldición?- dijo Vanessa aún asustada. - de qué estás hablando?

- cómo se me pudo olvidar?- dijo Zac. - en qué estaba pensando!

Zac se levantó del suelo sosteniéndose el brazo. El dolor se estaba yendo, pero aún estaba ahí. Vanessa hizo lo mismo sumamente confundida.

- Zac por favor no me ignores dime de qué maldición estás hablando?- dijo Vanessa desesperada.

Zac fijó sus ojos azules en los marrones y brillantes de la chica.

- Para encontrarte me ayudaron unos seres oscuros. Los Sombras de Ángeles, y bueno, a cambio de eso me pidieron que les diera un poco de tu sangre..

- de mi sangre! qué!- dijo Vanessa. - piensas entregarme a unas bestias!

- no! solo un poco de sangre! no te hará daño. A mí sí me va a pasar algo si no te llevo en las próximas 10 horas donde ellos. Pues me dieron una maldición, si no te llevo...

- si no llegamos antes que pasa...?

Silencio.

- muero..-

-juro que era una aguilucha!- dijo Alexis. - vamos mamá Alexander también la vio!

- es verdad madre, ese sobretodo era digno de aguiluchos..- dijo Alexander.
Molly estaba sirviendo la mesa apresuradamente mientras el señor Tisdale estaba sentado en la mesa leyendo el diario.

- ahora hay aguiluchos en todas partes, parece que todo va a volver a empezar.- dijo Molly. - Ya no puedo más con la preocupación. Ashley, Corbin, Nick y Miley sin trabajo y encima pensando buscar a Vanessa ellos solos, sin ninguna protección. Temo levantarme un día con la noticia de que han matado a uno de mis hijos!

- tranquilízate mamá, ahora que lo he pensado bien, Corbin y los demás hacen lo correcto. Vanessa nunca aparecerá si el trabajo se lo dejan únicamente al ministerio.- dijo Alexander.

- Si, eso es verdad. Yo quiero que aparezca Vanessa, sí, nada me haría más feliz que volver a ver a esa niña nuevamente con nosotros, pero cuál es el precio? que más personas desaparezcan? que Ashley o Corbin terminen heridos o muertos? yo muero!- dijo la señora Tisdale.

El timbre sonó.

- yo abro.- dijo Alexis levantándose.

Abrió la puerta y el asombro que tuvo fue tan grande que apenas pudo respirar.

Una mujer, alta, rubia y con nariz respingada lo miraba despectivamente.

- puedo pasar?.- dijo ella.

- qué quiere aquí!- dijo Alexis a la defensiva.

- solo hablar con tus padres.- dijo ella tranquilamente. Parecía mantener la calma, pero aquella mirada la delataba.

Alexis tragó su orgullo y se hizo a un lado para dejarla pasar. Y así vio como por primera vez Nancy Efron pisaba su casa.

   "duerme, pequeñita, duerme"

Vanessa sintió un dolor espantoso en sus fosas nasales. Se dejó caer al suelo mientras veía cómo sangre salía de su nariz.

- No te asustes..- dijo Ella. - Tu sentido del olfato acaba de morir, eso es todo.

- eso es todo? me estoy muriendo y tu dices q eso es todo?- dijo Vanessa mientras sus ojos se llenaban de lágrimas. - no estamos yendo lo suficientemente rápido. Nos estamos quedando atrás! voy a morir pronto y antes de que terminemos de recordar todo esto!

- cállate!- gritó Ella, y por primera vez se levantó de la silla donde siempre había estado.

Vanessa la miraba estupefacta, jamás le había gritado antes. - te tranquilizas y me escuchas! porque no puedo creer que de verdad te estés rindiendo!

Vanessa la miraba con los ojos llorosos.

- no puedo hacerlo..no vamos a lograrlo..- dijo Vanessa llorando.

- sí lo vamos a lograr!- dijo Ella. - si te callas y te concentras y dejas de llorar como una bebé lo lograremos! no me digas que soy el subconsciente de una cobarde porque no lo soy! sé muy bien a qué clase de Vanessa represento, y lo hago con alguien que posee una gran fortaleza..quiero que la saques ahora mismo y la uses! nadie dijo que iba a ser fácil! pero así es la vida Vanessa Hudgens...y si quieres permanecer en ella, entonces debes saber llevarla!

Vanessa juntó todas sus fuerzas y se levantó. Secó las lágrimas que caían por su rostro y miró frente a frente a Ella.

- estoy lista para volver..- dijo la morena.

Ella sonrió.

- asi me gusta, sigamos luchando, que aún no hemos perdido..

Zac y Vanessa corrían por las calles del callejón Knocturn, volver a aquel lugar les había tomado tres horas. Zac se sabía perfectamente un túnel en Hogsmade que los llevaba hasta allá, pero el problema en realidad era el hecho de que aquel túnel estaba cerrado, y habían tenido que optar por otro que era demasiado largo. Vanessa estaba cansada de caminar y correr, pero no pensaba siquiera en parar a descansar. El solo hecho de pensar que Zac pudiera morir por aquella maldición hacía que le faltara la respiración.

Ambos corrían por las estrechas calles del callejón. Todo estaba húmedo. Todos se habrían paso al verlos pasar, ya que dos personas con tanta prisa y con sobretodos de aguiluchos, seguramente respondían a un llamado del que no debe ser nombrado.

Doblaron en una esquina y entonces Zac paró bruscamente. La morena chocó contra él mientras que el castaño la escondía nuevamente en la esquina.

- qué pasa?- dijo Vanessa.

- shhh..- dijo Zac mientras le señalaba a una rubia con sobretodo de aguilucha que salía un un lugar bastante sombrío con un frasco lleno de polvo verde. Parecía en otro mundo cuando cruzó sin siquiera percatarse de su presencia.

- Esther...- dijo Vanessa.- qué estaba haciendo aquí?

- Nada bueno.- dijo Zac. - viste eso que tenía en sus manos?

- sí.- dijo Vanessa.

- es un poderosísimo veneno. Quien lo inhala, su sangre se congela convirtiéndose en pequeñas cuchillas que perforan tus venas, dolorosamente, mueres en una agonía horrenda, hasta que los pedazos de cuchillas llegan a tu corazón, y lo despedazan lentamente..

Vanessa sintió un escalofrío de solo pensar en aquello.

- pero..para qué lo quiere?- dijo Vanessa.

- No me parece que ella lo haya buscado por su propia cuenta...creo, más bien, que Jared la mandó a buscarlo..

Vanessa se horrorizó.

- para qué pudo mandarla a buscar algo así? a quién quiere matar?- dijo Vanessa espantada.
- No lo sé, pero seguramente lo que se viene no es nada bueno. Sigamos.- dijo Zac mientras corría nuevamente saliendo del escondite con Vanessa.
 


Tanto la señora, como el señor Tisdale sintieron cómo una piedra iba raspando lentamente sus gargantas al ver la silueta de Nancy Efron en la entrada de la cocina. Nadie dijo nada, fueron incapaces de pronunciar algo coherente. El ambiente se estaba volviendo pesado cuando Alexis ingresó haciéndo a un lado a Nancy.- aquí están mis padres, ahora qué quiere señora?- dijo Alexis muy descortésmente.

- Alexis, Alexander, esperen afuera.- dijo el señor Tisdale.

- pero papá, no los vamos a dejar solos con esta señora.- dijo Alexis.

- además, lo que tenga que decir lo puede decir frente a nosotros no?- dijo Alexander.

Entonces justo cuando Molly iba a responderle a sus hijos Nancy habló:

- sí, sus hijos tienen razón. No es necesario que se vayan después de todo.

Un silencio perturbador invadió el lugar nuevamente. Demasiada tensión bañaba el ambiente, definitivamente era algo insoportable.

- siéntese entonces.- dijo el señor Tisdale obviamente incómodo.

- No gracias, prefiero estar parada.- dijo Nancy despectivamente. Aunque trataba de ocultarlo, en su rostro perfectamente tallado en porcelana se notaba la repulsión que sentía al estar en aquel lugar y rodeada de magos "indignos" ante sus ojos.

- qué es lo que quiere hablar con nosotros?- dijo la señora Tisdale.

- Es muy simple, quiero que alejen a sus hijos, y si es posible a Jonas y a Cyrus de los aguiluchos. Me enteré que piensan buscar a la niña esta...

- Vanessa.- dijo Alexander molesto.

- Hudgens...por ellos mismos.- completó Nancy. - eso es muy ´peligroso, deben estar conscientes de que ellos podrían morir en el intento.

- desde cuando a usted le importa el porvenir de los Tisdale y menos de Nick y Miley?- dijo Alexis inquisitivamente.

-No me importa.- dijo Nancy. - lo que me importa es que puedan encontrar alguna pista que haga que mi hijo caiga en manos del ministerio o de la orden de merlín. Eso es algo que no quiero que suceda. Y en el caso de que lo hagan, Jared mismo hará que sus hijos paguen..alejarlos del caso nos conviene a todos..

- Señora,.- dijo el señor Tisdale levantándose. - Entiendo su situación, entiendo que usted no quiere que su hijo sea atrapado. Pero entienda una cosa...su hijo, es un ser peligroso y perseguido por la justicia, y si nuestros hijos quieren ayudar a que pague por sus delitos, entonces el riesgo que piensan correr bien lo vale.

Nancy recibió aquello como dos cachetadas sobre su pálido rostro. Respiró hondo y trató de relajar sus músculos faciales, que parecía totalmente desencajados.

Finalmente, asintió con la cabeza y sonrió.

- Veo que tratar de hablar con ustedes es imposible. Hice lo que estaba a mi alcance para advertirles. Lo que venga de ahora en adelante, será bajo su responsabilidad..- dijo Nancy mientras caminaba hacia la salida.

- Usted no vino para interceder por nosotros, sino por su hijo.- dijo Alexander levantándose de la mesa.

Nancy se detuvo y volteó su rostro solo un poco, lo suficiente como para que el viera su perfil.

- Y qué madre no lo haría?

Aquella frase reflejó fugazmente en su rostro un dolor agudo...el dolor que solo producía la angustia por la que estaba pasando.
 


Vanessa y Zac estaban justo internándose en el bosque cuando la castaña cayó de rodillas al suelo. Zac la agarró preocupado.
- que pasa Vanessa? estás bien?- dijo el rubio.

- sí,- dijo ella aturdida. - creo que solo es el cansancio...

Vanessa lo sabía muy bien, no había comido en mucho tiempo, ni tomado agua, y sí había recorrido a pie largos caminos. Su cuerpo empezaba a responderle insatisfactoriamente. Sin embargo no podía detenerse, no había tiempo para ello. Llegar hacia donde estaban los ángeles negros tomaría dos horas por lo menos, y les quedaba mucho menos que eso.

- si quieres mejor descansamos.- dijo Zac decididamente.

- no! no! no podemos!-- dijo Vanessa.

- lo que no podemos es dejar que te desmayes o te pase algo peor, no lo permitiré.- dijo Zac.

- y yo no permitiré que mueras!- dijo Vanessa convencida.

Zac se quedó en silencio.

- supongo que no podré convencerte no?- dijo el rubio.

- veo que empiezas a conocerme a fondo.- dijo la castaña mientras se levantaba y reanudaba la caminata.

Chad caminaba por el bosque de Nazagatte, muy lejano a tierras mágicas. Cargaba su sobretodo de aguilucho y unos guantes negros que lo protegían del frío. Caminaba sin pensar y sin fijarse en dónde iba, conocía el lugar como si fuera la palma de su mano. Lo había recorrido tantas veces que era casi imposible olvidarlo.

Aquella vez, como tantas otras, se encontraba allí por órdenes de Jared.

Un suspiro.

No pensaba en nada más que en Esther. La rubia no dejaba sus pensamientos ni un segundo, nunca los dejó. Desde años, siempre estuvo con él. El amor era un veneno poderoso capaz de infectar el alma y la fuerza misma. Cómo odiaba sentir lo que sentía, cómo detestaba tener que verla y percibir cómo su sangre corría a ritmos inesperados. Ya no lo aguantaba más, era tortuoso. Pero más lo tan solo imaginar una vida sin ella.

- por eso te detuve..- se dijo.

Entonces escuchó un aullido de lobo que se extendió por toda la zona alejando aves y todo tipo de animales.

- Llegué.
 
Ashley estaba acostada en su cama. Hacía horas que solo miraba al techo. Le gustaba aquello, pues le daba tiempo para pensar y poner su cabeza en orden. Era increíble cómo en los meses en que Vanessa había sido secuestrada todos habían cambiado tanto. Sí, ella había crecido, su forma de pensar había cambiado bruscamente. Los demás también habían cambiado, habían bajado a la realidad y habían decidido afrontarla. Ashley pensó que si había algo bueno de todo aquello seguramente era eso.

Sintió un olor extraño. Era muy parecido a algo quemándose, pero con canela y tierra. Se levantó y caminó hacia la sala. El olor se volvió aún más penetrante.

- qué sucede?- dijo.

Caminó hasta la puerta, pero entonces..

La puerta no se abría. Estaba cerrada, Ashley forcejeó con todas su fuerzas pero era imposible. Supo de inmediato que algo andaba muy mal.

Ashley corrió hacia las ventanas y trató de abrirlas, pero al intentar tocarlas un campo de fuerza se lo impidió. Miró através de ellas a los guardaespaldas...muertos en el jardín.

- no!- dijo Ashley aterrada retrocediendo. Empezó a toser y a ver todo borroso. Tenía que alejarse de la sala, de ahí provenía el olor más intenso. Corrió con todas sus fuerzas y se encerró en su cuarto. Se arrinconó en una esquina y se tapó la nariz con una franela, sus ojos lagrimeaban. Su piel se erizó, y cuando sintió cuchillas atravesando sus venas, supo de inmediato lo que era. Ella le había hecho autopsia a muchos muertos por aquel mortífero veneno.

Supo que era cuestión de minutos, cuando vio cómo por debajo de la puerta, un humo verde penetraba la habitación, sentenciándola a una muerte segura.
 

Vanessa esquivaba ramas de árboles mientras que sentía que sus piernas no iban a darle más fuerza para seguir cargando el resto de su cuerpo. Entonces sintió un hueco en el pecho, que le quitó la respiración por unos segundos.

- Vanessa estás bien!- repitió Zac al verla casi desfallecer.

- sí, es solo que... siento, siento como si algo horrible hubiera pasado..- dijo Vanessa.

- nada ha pasado, aún no he muerto, claro que si no podemos llegar en 30 minutos sí lo estaré.- dijo Zac.

- sí claro.- dijo Vanessa mientras seguía corriendo tomada de la mano firmemente de Zac.
No, no era por él. Ella podía sentirlo; algo malo estaba sucediendo, algo horrible, podía percibirlo.

serán mis amigos? no! por favor! mis amigos no! pensó consternada. Tenía ganas de llorar, llorar desconsoladamente. Lo sabía, algo había sucedido y ella no podía estar con ellos.

Entonces sucedió lo que no debió suceder nunca...


"Duerme, pequeñita, duerme"

La voz se extendió por su cabeza mientras Vanessa veía cómo todo le daba vuelta alrededor.

Una luz la cegó y apareció en una habitación fría.

no! donde estoy! pensó asustada. Entonces miró hacia la cama metálica que había en el desértico lugar. Ahí estaba acostada...ella...Galatea.

Vanessa sentía su respiración agitada. Su piel se erizaba y percibía el miedo y pánico apoderarse de todo su cuerpo. El último encuentro con Galatea, había sido violento, y no solo eso..sino que algo traumático. Aquella niña, era todo menos una niña. Podía tener la forma de una, pero no lo era: sus ojos inyectados de sangre eran perturbadores, y aquella expresión inhumana en su rostro la hacía una criatura espantosa. Vanessa estaba pegada contra la pared. Sus manos estaba aferradas a esta mientras sollozaba en silencio, temiendo despertarla.

Miró a su alrededor desesperada. El lugar era todo de metal, con las paredes almidonadas, como si fuera un cuarto de loco. Había en la pared derecha, un vidrio, y através de él se podían ver un laboratorio, donde muchos magos trabajaban observando cada movimiento y cambio de Galatea. Entonces la morena divisó la puerta. Corrió hacia ella y trató de abrirla con todas sus fuerzas, pero fue inútil, estaba diseñada para impedir que la niña escapara.

- maldita sea no! ábrete!.- golpeaba Vanessa descontroladamente la puerta, incluso pateándola.

- ...no vas a salir.- dijo una voz infantil, dulce y tierna. Sin embargo el tono era espeluzanante.

Vanessa tragó saliva sintiendo el corazón en su garganta, palpitando exageradamente. Se volteó lentamente, como sabiendo exactamente lo que estaba a punto de ver.

Se pegó firmemente contra la puerta mirando se frente a la niña de cabellos plateados y ojos rojos como sangre, sentada sobre la cama metálica, aún agarrada de su manta y un oso de peluche viejo y con un ojo colgando. Vanessa temblaba mientras que todo su cuerpo se tensaba como una roca. Su respiración era agitada y cortada. Galatea solo la miraba, en silencio.

- me tienes miedo...verdad?- dijo nuevamente aquella voz tierna e infantil. Sin embargo la boca de la niña no se abría, permanecía cerrada. Vanessa supo que era por medio de telepatía.
La castaña respiró profundamente tratando de calmarse. Sin embargo empezaba a sudar frío, y parecía que sus nervios estaban terriblemente alterados.

tranquilízate Vanessa por favor! no te ha hecho nada...mírala...no te golpea como la última vez..

Entonces Galatea esbozó en su rostro una sonrisa tiesa, mecánica, algo perturbadora.

- ..todos me tienen miedo..- dijo mientras acariciaba a su oso de peluche.

Vanessa se despegó de la pared. Aún temblaba pero estaba dispuesta a tratar de ocultar su temor. La miró fijamente mientras que aquellos ojos sangre se penetraban en ella.

- te tengo miedo porque la última vez que nos encontramos me agrediste..- dijo Vanessa con voz temblorosa.

Galatea viró la cabeza a un lago.

- ..eso es porque tú no me escuchas..no escuchas nada de lo que quiero decirte...

Vanessa tragó saliva.

- yo te escucharía si me hablaras, pero nuncas has tratado de hablarme, solo me agrediste..- dijo Vanessa.

- hablarte?..- dijo ella casi susurrando. - es lo que he tratado de hacer durante meses enteros...pero no escuchas...tu nunca me escuchas..
Vanessa la miraba. No podía creer que hablara, no era como todos creían y la habían descrito. Decían que no podía hablar, que era una máquina con forma humana, pero no lo era.

Cada vez que decía una frase, cada vez que le transmitía sus pensamientos, le demostraba que era todo menos una marioneta, un objeto...ella era un ser viviente.

tal vez ninguno de los científicos que la crearon saben que se trata de un ser humano, de una niña. Tal vez, no lo comprenden porque su apariencia es seria, como una estatua, y no puede hablar...piensan que solo es una máquina pero se equivocan..se equivocan tanto..

- me vas a escuchar ahora?...- dijo Galatea.

6 comentarios:

  1. Waoooo, esta super interesante la nove, no sabes cuanto espere para que la continuaras ojala y continúes rápido ya quiero leer el otro capi :3

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  2. no!!! ashley no!!!!
    yo no kiero ke muera!!!
    y vanessa tampoco
    ke esta ahi ke parece ke se va a morir
    estoy impaciente por saber ke tiene ke decir galatea
    siguela pronto!
    bye!
    kisses!

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  3. OH MY GOD!
    que interesante, estoy muy intrigada por Galatea
    esto es facinante, continuala pronto please
    Bye
    Lau B.

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  4. waaaaaa tanto tiempo sin leer y sigue teniendo el mismo efecto sobre mi :''D Y no voy a sportar otro año mas sin leer asi q apurate >_< era broma :* Pero en cerio ya qiero leer ;)

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  5. waaaa tanto tiempo sin leer.y sigue siendo TAN emocionante :''D Por favor ya no qiero esperar un año mas >_< era broma :3 pero en cerio publica*^_^* volver a hacerlo fue la MEJOR decision q has tomado ;)

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  6. tantotiempo sin leere nove esto a sidoemcionante pero vueleve a escribir queremos caps

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